Sobre su obra

La imposibilidad de olvidar

En Cuadernos Hispanoamericanos, Madrid, julio 1983.
Por Blas Matamoro

(…) El miedo, la imposibilidad de olvidar, la habitación del yo propio por presencias extrañas,…son los habitantes fugitivos de este libro…Las palabras de Lukin se empujan , se desplazan , hacen picos y penínsulas sobre el papel, diseñan márgenes, claman por sus silencios, borde de una escritura concisa, sopesada sin afectación, elegante. “Mientras tanto el paisaje más hermoso / como siempre sucede / es el Hombre…” He aquí la posible conclusión sorprendente a un discurso que se plantea fragmentario por deliberación de género y que escabulle la figura antropológica tras un sujeto derivante.