Sobre su obra

Hermenéutica de los cuerpos

En Diario de Poesía, nº 67, 2004
Por Beatriz Vignoli

“(…)la tipografía, la caligrafía y la fotografía se articulan en un elusivo juego de seducción donde nada parece estar dicho en un solo lugar. (…). Lejos de constituir una mera ilustración, y haciendo honor al título ya desde la tapa (que funciona metafóricamente como un provocativo vestido rojo) estos auxiliares gráficos rodean a los poemas de Retórica erótica de un perfume, una evasiva materialidad seductora que vela por que no se crea sabido todo, por que no todo se entregue. (…) Toda una teoría crítica y literaria del acontecimiento como intersubjetividad, (…) encuentra en este nuevo libro una formulación certera y precisa. Desafío que suma un logro más a un género (el erótico) difícil: ¿cómo decir allí donde ya no hay quien diga, y -sobre todo- cómo sustraerse a la banalidad en un tema que no parece dejar resto para rasgo singular alguno? Asumiendo ese estallido del yo lírico, asumiendo esa posibilidad de que hablen las esquirlas de un yo transitoriamente abierto al vacío y desgarrado por otro en misteriosa colisión, es que Lukin logra emitir luz desde cierto terrible agujero negro estelar: el placer, el delicioso infierno del deseo realizado.”