De una carta a la autora

Por Estela Dos Santos

Liliana, hace bastante tiempo había recibido varias hojas de “retórica..”. Me resultó difícil apreciarlas. Ahora, cuando abrí el sobre, la desnuda bastonera sobre rojo me hizo sonreir de alegría. Chica audaz. ¿Cuántos álbumes miraste para retratarte así? ¡Qué goce de pubis y pechos! ¡Qué culos! El summun del mirón/a.
Ahora, yo femenino, no entrenada en ese goce estético, más bien propensa a la risa cuando ví algunas películas pornográficas del cine mudo, me detuve, ratos, a mirar y leer.
Voy de izquierda a derecha y vuelvo (¿por qué sin números?). Un femenino examina a ella e imagina a él. Sabe de ella Todo, poco y nada sabe de él. ¿Acaso el femenino que escribe es ella? El femenino escribiente confirma (¿o se burla?) la intuición lectora en la última página: “Yo soy todas ellas”. Si no es ella el femenino se lesbianiza: placer de dolor, dulzura de tactos, la mano que no cesa….
Supongo que cada femenino leyente se lesbianiza, se espeja en ella, deseante del deseo de él.
Liliana, tus textos R envuelven, contagian R.
Leo una novela desde el rapto inicial al fin de la experiencia. Qué novela, una vida o un día. Que escribe un libro objeto con lazo dibujado para que ate y encierre ese total.
Una joyita que ni imaginé cuando recibí aquellas hojas.
Me encantan tu audacia y envidio tu persevero.
Segura de que este año no traerá tanto sufrimiento.
Liliana, en Gandhi encontré tu libro, pero fue hallado cuando mostré la tapa! Habían buscado en Poesía argentina y en Poesía femenina, al ver la tapa exclamaron ah, sí, y te encontraron en Literatura erótica femenina…