Entrevistas

Revista Adynata/octubre 2020

Gustavo Schwartz para La Ética demostrada según el orden poético, 2011

Revista Adynata / 4 de octubre 2020

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La Ética demostrada según el orden poético / Liliana Lukin

Demostración

(habla Baruch de Spinoza)

Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.

Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.

Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo
hay sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.

Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo
mi arrojo, mi cerrojo,
el peligro del texto
concebido.

Escolio:

Sueño con pertenecer. Yo,
que nada tengo, a quien nada
pertenece, he sido arrojado.

Amo mi arrojo,
ese acto contra mí
ha hecho de mí lo que soy:
un artífice
que documenta la visión:
un revelador y un
rebelado.

Sueño con ser
recibido,
que mi madre
tome mi rostro entre
sus manos y no pueda
dejar de llorar.

Sueño con perder
el miedo como se pierde
el amor: practicando
su falta.

Sueño con volver
al regazo aún atroz
del mundo,
con los libros que he
escrito, carne de mi carne,
dentro
del saco, como
almohada:

Yo, que he sido
puesto fuera, temido y
desoído y siempre a punto
de caer, cuelgo
del hilo de mi razón
como de la cuerda
el ahorcado:
soy mi razón y mi cuerda.

Sueño con dejar
palabras en el oído
de un niño: quién
podrá decir que no
dije lo que pensaba y
amé y entregué y cuidé
mi pensamiento
como un padre ?

Sueño con una puerta:
armo mi cerrojo
como una llave.

Como en todos los
bellos sueños humanos,
la puerta da a un jardín.

Pero mi llave abre hacia
adentro, donde solo hay
sombra, perfume y rumor
de hojas y de viento.

Yo que he sido
echado, expuesto, amo el resto
de luz que hace posible
ver el jardín donde no
hay un jardín: amo mi arrojo,
mi cerrojo, el texto
en el peligro
concebido.

Libro I

“Los hombres, en la medida solamente en que viven bajo el gobierno de la Razón, hacen necesariamente lo que es necesariamente bueno para la naturaleza humana, y por consiguiente, para todo hombre”

“…de donde se deduce que los hombres que son gobernados por la Razón, es decir, aquellos que buscan lo que les es útil bajo la dirección de la Razón, no apetecen nada para ellos mismos que no deseen también para los demás hombres, y son así justos, de buena fe y honrados.”

“Es raro, no obstante que los hombres vivan dirigidos por la Razón, están dispuestos de tal modo que son envidiosos en su mayoría y motivo de pena unos para otros.”

“No pueden, sin embargo, pasar la vida en soledad; casi todos oyen con agrado la definición que dice del hombre que es un animal sociable, y, en efecto, las cosas están arregladas de tal suerte que de la sociedad común de los hombres nacen más ventajas que perjuicios.”

I

Siendo que
‘el sueño de la Razón
engendra monstruos’

yo deseo que la Razón
no sueñe,
sino que obedezca al deseo
y sirva a la necesidad.

Mi sueño de obediencia
y servicio se olvida
de incluir entre sus frases
‘si no así, cómo, si no aquí, dónde,
si no ahora, cuándo’.

Mi sueño es un sueño
incompleto. Temo por él.

II

La potencia de obrar
está en mí como un sueño:
cierro los ojos
y se enciende la máquina
de realizaciones ilusorias.

Los cristales solidarios
dan visiones
donde lo cóncavo o convexo
es imaginación,
deseo y conciencia.

III

Todo lo que escriba será
usado en mi contra,
agua entre las
piedras criando musgo,
dejarla correr,
suficiente en sí
misma, – dicha- ,
todo lo que escriba
será usado en mí.

IV

Con una marca de tinta
señalo las puertas
de los sueños no cumplidos:
años de tinta, tiza, carbón,
años de sueños señalados.

Cuando duerma
otra vez, las ideas bailarán
alrededor de una mesa
la danza de los apenas
satisfechos.

Al despertar abriré,
apenas tocando, lo marcado
y gritará: una rajadura
basta para entrar
al paisaje de lo incompleto.

Y estaré cansado,
no como quien trabaja
en un sueño,
no como quien insiste
dibujando detalles de un tapiz
para no corromperse
en lo quieto de haber visto,
sino agobiado,
como quien pone los platos
que faltaban
en una mesa interminable
y no tiene platos
ni pan,
sólo puertas.

V

Si lograra dormir,
profusas imágenes en movimiento
darían plenitud
a la cosa soñada.

Como una mesa sucia
donde han comido los amigos
la escena se expandiría
hacia los bordes: todo mesa,
todo sucio de haber saciado,
todo mantel el mundo.

Pero estoy despierto
y los niños me miran
porque canto, lloro,
bailo en círculos cada vez
más grandes
e inmerso en la pena
entro en la oscuridad.

VI

Sueño con voluntad:
mis sueños como una maqueta
de vidas por armar,
diseñados con materias probables,
equilibrios frágiles y torpes,
razones intercambiables.

Planos de planta,
dibujitos habitables
por los excesos y
la precariedad: telas,
vidrio, papel,
generosidades, honestidad,
obstinación.

En mis sueños,
toda vida así construída
encuentra su arquitecto
y su felicidad.

VII

Despierto y recibo
como un golpe moral
la totalidad de lo visible:
hueso, mendrugo,
piedra,
entre alguna floración
risas:
el mundo ardiendo
sobre la calma del resto
del mundo,
pero nada que indique
que el cambio se ha vuelto
posible,
ningún cartel que diga
‘prohibido el daño
a terceros’.

En desesperación recibo
como un golpe la desesperación:
haber soñado y ahora estar
despierto: muerdo el hueso,
doy el mendrugo a roer,
levanto la piedra y maldigo,
no como quien ha soñado
con lo profundo de no poder,
no como quien sabe qué hacer
y no encuentra cómo ni dónde
ni con qué,
sino como probando fuerzas,
preparando dientes,
pesando los obstáculos
y dejándolos caer
por la ley
de su propia gravedad.

Libro II

“El deseo es la esencia misma del hombre, es decir, un esfuerzo por medio del cual trata el hombre de perseverar en su ser.”

“Este esfuerzo, cuando se relaciona sólo con el Alma, se llama Voluntad, pero cuando se relaciona a la vez con el Alma y con el Cuerpo, se llama Apetito….”

“El Deseo es el Apetito con conciencia de sí mismo. Queda, pues, establecido por todo esto que no nos esforzamos en nada, ni queremos, apetecemos o deseamos cosa alguna porque la juzguemos buena, sino que, por el contrario,juzgamos que una cosa es buena porque nos esforzamos hacia ella, la queremos, apetecemos y deseamos”.

“Un deseo que nace del Gozo es más fuerte, en igualdad de cosas, que un deseo que nace de la Tristeza.”

“Llamo, además, la afección del Gozo relacionada a la vez con el Alma y con el Cuerpo, Placer o Alegría; la de la Tristeza, Melancolía o Dolor.”

“El Gozo es una afección que secunda o acrecienta la potencia de obrar del cuerpo, por el contrario, la Tristeza es una afección que disminuye o reduce la potencia de obrar del Cuerpo.”

“Por Gozo entenderé, por consiguiente, una pasión por la que el Alma pasa a una perfección más grande. Por Tristeza, una pasión por la que pasa a una perfección menor.”

VIII

Los sueños no cumplidos
se vuelven materia de sueños
por soñar:
sueños marcados que ensucian
lo no soñado aún,
pesadillas para recordar
que este trabajo es
inútil, que no es un trabajo,
que la tiza, el carbón, la tinta,
manchan la mano que se ve.

Debajo del sueño nuevo
amenaza la mano invisible:
limpia, sin pies
ni cabeza, hace todo lo
posible
para hacerme olvidar
que dormía.

IX

En cada sueño soy un extranjero
que trata de escuchar sonidos
creyendo en un lenguaje.

Sin identidad ni cartilla
de racionamiento, ni dineros,
vago por un paisaje de ideas
infinito y repetitivo,
pero no entiendo las señales
ni las señas, paso hambre,
no encuentro dónde dormir,
nadie me recibe y quienes ven,
miran abajo, donde algo parece brillar.

En cada sueño el paisaje es otro,
y aunque siempre suele tener
la forma de mi deseo,
soy a todas luces
un extranjero,
“el que por las noches aúlla”.

Vuelvo de ese exilio más viejo,
pero no como quien
estuvo lejos
y vivió una vida horrible,
ni como reconociendo cada cosa
con amor,
sino como quien despierta
de un sueño y sabe
que ‘esto’ es lo que soñó.

X

Sueño con un bosque
que va a desaparecer,
donde cada árbol sabe
que puede ser una casa
en el sueño.

Sé que eso es cierto
pero poco probable,
y al viento de su disgregación,
hachado sin piedad
por una fuerza
sin manos ni herramientas,
el bosque hace su poder
y puebla de hogares
lo desierto.

Yo despierto asombrado,
no como quien soñó
trabajos imposibles,
no como habiendo levantado
estructuras pequeñas del desastre,
sino como quien estuvo
en un bosque,
admiró la intrincada
ingeniería natural,
calculó riesgos y bondades
y prefirió esa muerte y su
resurrección.

XI

Sueño con cópulas
alegres y misteriosas:
todo casa entre sí,
puro encastre
no temeroso,
breve suspensión en el gozo
de una superior necesidad.

Sueño con cópulas
y cuando deje de soñar,
saldré partido en dos,
no como herido por un rayo,
no como separado de mi otra
mitad,
sino como habiendo visto:
oscurecido
por este mundo de
hambrientos, desarrapados
y solos,
incompleto por una miseria
que no sana
en el cuento de ninguna vigilia.

XII

Algunas noches materializo
como excesos las cosas
que encuentro escasas en el día.

A veces paso horas riendo
como si apagara una sed,
o agradezco encendido
la lumbre
que me dieron para encender.

He amanecido celebrando este cuerpo
que me hace libre de celebrar,
y tengo insomnios donde veo
a los seres perseverando en su ser
bajo un mismo cielo amigable.

De lo que abunda en el dí
hago un inventario
que mastico
haciendo ruido con los dientes
mientras duermo.

Dicen / las malas lenguas
que las noches con excesos
siempre terminan mal.

Libro III

“La Alegría no puede tener exceso, sino que es siempre buena, por el contrario, la Melancolía es siempre mala.”

“Llamamos malo a lo que es causa de Tristeza, es decir, lo que disminuye o reduce nuestra potencia de obrar.”

“El Alma se esfuerza , en cuanto le es posible, en imaginar lo que acrecienta o secunda la potencia de obrar del Cuerpo, es decir, lo que ella ama.”

“Nos esforzamos en procurar que sobrevenga todo lo que imaginamos que conduce al Gozo; por el contrario, nos esforzamos en alejar o destruir todo lo que imaginamos que le es contrario o que conduce a la Tristeza.”

“La Esperanza no es otra cosa que un Gozo inconstante nacido de la imagen de una cosa futura o pasada cuyo resultado es tenido por dudoso. Por el contrario, el Temor es una Tristeza inconstante nacida igualmente de la imagen de una cosa dudosa. Ahora bien: si se quita la duda de esas afecciones, la Esperanza se convertirá en Seguridad y el Temor en Desesperación.”

“Se deduce de estas definiciones que no hay Esperanza sin Temor ni Temor sin Esperanza”.

“Las afecciones de la Humildad y del Menosprecio propio son, por otra parte, muy raras. Porque la humana naturaleza considerada en sí misma, les opone la mayor resistencia que puede, y así aún aquellos que juzgamos más llenos de falta de estimación propia y de humildad, son generalmente los que sienten mayor ambición y envidia.”

XIII

Llevo el peso en la nuca
de los sueños no cumplidos
al despertar:
años que la razón me guía,
como a una hiedra
por los muros, cubriendo
espacios duros con
materias blandas.

Un dolor permanente
hace que ande ligero,
cargando ideas en acto
a las que su verdad les da sentido.

Pero lo cumplido no alivia
la fiebre del soñar
ni compartirlo divide mi pena.

XIV

Algunos sueños son
mejores que otros,
porque parecen una fuerza natural
donde me pierdo
en otros que los sueñan conmigo,
son felices,
más fáciles de recordar
y antiguos: como si fueran
lo que llamamos –todavía-
“el sueño de todos”.

XV

Me hundo entre las páginas,
hurgo con la lengua
en el lenguaje
y sueño con placeres:
el universo entero
descansando de catástrofes,
sin inocencia, pero olvidado del mal.

En el instante del sueño
todo está de acuerdo a su naturaleza,
y atento a una violencia
mayor que el silencio,
más cerca del bien común.

Cuando despierte
tardaré en recuperarme
de la desilusión, no como quien desea
algo que le es arrebatado,
sino como quien sabe
lo inútil de su sueño,
pero – no – lo – puede – evitar.

XVI

Sueño con el que escribe,
desenvuelto de sí, desarropado,
incómodo en su falta de lugar,
lo sueño escuchando un habla
y como un eco, proliferar
entre las fuerzas que bien conoce
y de las que da constancia.

Sueño con sus sencillos
movimientos domésticos,
danzas que no alteran
el escenario desnudo
ni la vaga sombra, lo grave
que se esfuma al acercarse él
a la mesa, la pluma, los papeles.

Al despertar, una tristeza
perturbará mi vida, no como si
se perdiera esa escritura, sino peor,
como si fuera yo un niño
que espera fuegos de artificio y ve,
de a poco, en ese cielo,
apagarse toda luz.

XVII

Sueño con ser algo para alguien,
alguien para alguien,
liquen en la roca
o sombra en el camino,
ser el camino
donde pases,
la roca con que tropezarás,
el reposo que
la roca dará a tu cabeza,
el ardor
de los pies y los pies
que no cesan de andar
tras la idea del liquen
en la roca,
y poder proveer.

Fragmentos del libro del título, Ediciones La Cebra, Bs.As.,2011.

www.edicioneslacebra.com.ar

Sobre el libro Ética demostrada según el orden geométrico, de Baruch de Spinoza, publicado póstumamente en Ámsterdam, en el año de su muerte, 1677. Primera edición en español, Aguilar, Bs.As., 1957, trad. del latín por Angel Rodríguez Bachiller.

Incluye 8 ilustraciones de Gustavo Schwartz, compuestas con el Agnus Dei de Zurbarán, el texto de la Excomunión de Spinoza y la obra de Goya citada abajo.

La frases en cursiva corresponden a:

Poema I:

1º: .glosa del texto del grabado de Goya que dice “El sueño de la razón produce monstruos”

2º: recreación de una frase atribuída al rabino Hillel, en el Cap.I del libro Pirkei Avot

Poema II:

De La Ética demostrada según el orden geométrico, de Baruch de Spinoza

Poema III: ídem

Poema XII: ídem