Una Buenos Aires de novela II

“Si lo que usted insinúa es un velorio a la antigua, con flores y todas esas cosas, le recordaré que, de cualquier modo, al difunto se lo llevaban, aunque fuese un día más tarde”.
Divertido por mi irritación, el editor ironizó: “Sí, pero en la casa quedaba el fantasma.
¿O usted no cree en fantasmas?”. ¿Pretendía burlarse de mí?
Yo podía burlarme de él: “Por cierto que sí.

Sin cementerios, sin la conservación de los cuerpos, ni de sus cenizas, si el fantasma es el espíritu de un cuerpo privado de reposo, estamos elaborando más fantasmas que seres vivientes” Antonio Di Benedetto, Cuentos del exilio

Los fragmentos del apretado período representado en esta nueva antología sobre Buenos Aires, 1963-1983 (salvo algunas licencias), ponen de manifiesto propósitos estéticos y políticos definidos. Así como el primer tomo (1838-1963) tenía su fin en Rayuela, en éste es su comienzo explícito: toma cuerpo una tensión alrededor de Cortázar reflejada en continuismo, parodia o impugnación.
Aquella Buenos Aires pop sugerida en la anterior antología se pone en marcha aquí no sólo por la insistencia en ciertos itinerarios o temas sino por las formas de representación de la ciudad y la activación de procedimientos literarios: fragmentación, superación de límites clásicos entre los géneros, reelaboración de los discursos de los medios de comunicación de masas, etc. En el corazón de la escena: la intervención política y la relación entre los sexos. La imbricación tenaz de política y sexualidad impregna la mayor parte de los textos haciendo por momentos difícil su separación en secciones temáticas. Nos estamos refiriendo básicamente a los años sesenta y principios de los setenta. Luego, para decirlo como se dice dijo Germán García, “se pudrió todo”: el Golpe de estado de 1976 desbarata cualquier continuidad. Aquel límite de la censura –del escándalo (la ley moral)- de los 60 y principios de los 70 (La narración de la historia, Nanina, El frasquito) se ha transformado en terror (la no ley). La elipsis, lo autobiográfico, la reescritura de la historia, el género de “el dictador latinoamericano”, permitarán a algunos autores seguir construyendo su obra. La censura moral fue la punta del ovillo de una metodología de represión política y formó parte, desde el golpe de estado del 66, de un plan que terminó de cumplirse con el golpe del 76, esto dicho apuntado muy rápidamente.

Uno de los peligros de las antologías es la disolución de las diferencias. Se agrega, en este caso, por la época que nos ocupa, el que su lectura se oriente hacia el revival. Otro es perder, en aras del contenido, el derrame, torrente, o como quiera llamársele, de la escritura. Un riesgo evidente, e ingrato, en autores como Lamborghini, Pizarnik o Copi.
Muchos de estos textos pertenecen a una “novísima” generación. En su prólogo a la edición de 1987 de Las hamacas voladoras, Miguel Briante describe, brevemente, el caldo en que se cocinaba una nueva figura de escritor: “Todos -menos los que en ese tiempo publicaban en los tranquilos suplementos dominicales de la tradición y la propiedad- escribíamos libros más o menos urgentes, en los que lo autobiográfico se entreveraba con todo aquello que aprendíamos”. Si antes de los 60, el conflicto entre origen social y apropiación cultural aparecía raramente representado –a excepción de Roberto Arlt-, desde este momento se hace visible la pugna entre procedencia y “elevación”: el joven de Nanina lee desaforadamente a Cocteau, Gide, Sartre y Camus, “se cultiva” para conquistar la ciudad; Maruja se avergüenza de su padrino porque no conoce a Fellini y Antonioni; la joven que toma sol en el río, en la novela de Marta Traba, promete vengar su origen yéndose a París. En la presentación de su libro Roberto Arlt, yo mismo•, Oscar Masotta, dice:

“Yo había leído entonces todo lo que Merleau-Ponty había escrito, y me fascinaba ese estilo elegante, esa prosa consciente de su cadencia y de su ritmo, esa infra-conciencia del desenvolvimiento temporal de las palabras, ese gusto por el ‘tono’ o por la ‘voz’, esas insistencias de un fraseo a veces monotemático que entiende investigar las ideas acariciando las palabras. Amaba entonces esa prosa. […] Ahora bien, ese tipo de lengua aparece históricamente en sociedades muy jerarquizadas. La estructura propia de un orden social muy regimentado parece ser complementaria de la lengua de tonos. Una lengua de tonos, en una sociedad democrática, así, sería un impensable. Si se hiciera la experiencia de juntar una cosa con la otra el resultado tal vez sería alguna aberración: tal vez una sociedad de idiotas. Ahora bien, con mi libro pasaba algo parecido. Imagínense: emplear una prosa de ‘tonos’ para hablar sobre Roberto Arlt. […] Quiero decir, que entre yo y las novelas de Arlt había una relación más estrecha, más igualitaria, que entre un alto profesor universitario parisino, y que hablaba por lo mismo, y con derecho, desde la cumbre de la cultura (y no ironizo) y un hombre con las características de Hemingway. Arlt y yo habíamos salido de la misma salsa, conocimos los mismos ruidos y los mismos olores de la misma ciudad, caminamos por las mismas calles, soportamos seguramente los mismos miedos económicos… Brevemente: apoyándome en Sartre y en Merleau Ponty yo escribía entonces sobre Arlt. ¿Cómo decirlo? Cuando escribía mi libro en verdad me sentía un poco exótico […]. ¿Esa imagen sobre mí mismo (prosa de ‘tonos’ para escribir sobre Arlt) no tenía acaso mucho que ver con esa foto que se conserva de Arlt en Africa, vestido con ropas nativas pero calzado con unos enormes y evidentes botines?”

Bajo el título Vivir su vida y Vivir su vida 2 hemos incluido fragmentos que exploran la trama de los destinos personales (exigencia sumamente abarcadora). Sin aliento reúne los fragmentos eminentemente políticos y, bajo el parco VI: un corto pero contundente desfile de militares argentinos. Masculino / femenino, no necesita de explicaciones, aunque, a pesar de la tan mentada revolución sexual, no afloja mucho el tufillo falocrático. La Menesunda, título del happening realizado por Marta Minujin y Rubén Santantonín en el Instituto Di Tella en 1965, alberga básicamente textos “inactuales”, distanciados de la representación realista. En Chinatown, el policial toma la posta y, por último, bajo VIII [final] el mapa de la ciudad se urde con la noche, lo siniestro y el sueño.

Las libertades que nos hemos tomado no vamos a justificarlas, qué sentido tendría entonces haberlas tomado. Sólo una: la inclusión de El río sin orillas, de Juan José Saer. El relato de esa tormenta ocurrida en diciembre de 1989 aparentemente queda fuera del “artefacto” armado en la antología, y, sin embargo, este maestro de la narración la envuelve con su gran lluvia (“Semejante a una lluvia liberadora que afloja y disuelve la tensión de la atmósfera haciendo estallar brotes y pimpollos”, se lee en un antiguo libro). La noche en pleno día transfigura la ciudad volviéndola un objeto extraño y prodigioso, como lo son también algunos objetos literarios.

Vivir su vida
Libertella, Héctor El camino de los hiperbóreos (1968) | Futoransky, Luisa Son cuentos chinos (1983) | Viñas, David Cosas concretas (1969) | Rodrigué, Emilio Heroína (1969) | Masotta, Oscar El pop-art (1967) | Gudiño Kieffer, Eduardo Para comerte mejor (1968) | García, Germán Leopoldo Nanina (1968) | Uhart, Hebe La elevación de Maruja (1974) | Lamborghini, Osvaldo Sebregondi retrocede (1974) | Zelarrayán, Ricardo La piel de caballo (1975) | Sáenz, Dalmiro; Bo, Armando Intimidades de una prostituta (1974) | Casullo, Nicolás Para hacer el amor en los parques (1970) | Kociancich, Vlady La octava maravilla (1982) | Landrú “María Belén y Alejandra” (1966) | Traba, Marta Las ceremonias del verano (1966) | Roffé, Reina Llamado al Puf (1972) | Vanasco, Alberto Otros verán el mar (1977).

Sin aliento
Urondo, Francisco Los pasos previos (1972) | Gusmán, Luis El frasquito (1973) | Moyano, Daniel El trino del diablo (1974) | Gónzalez Trejo, Horacio Argentina: tiempo de violencia (1969) | Rivera, Andrés “Ajuste de cuentas” (1972) | Gallardo, Sara Pantalones azules (1963) | Losada, Alejandro Andá a cantarle a Gardel (1970) | Walsh, Rodolfo “El matadero” (1967) | Treviño, Pepe La carne podrida: el caso Swift-Deltec (1972) | Moreyra, Federico Los reos (1975) | Ford, Aníbal “Sumbosa” (1966) | Tizziani, Rubén Los borrachos en el cementerio (1974) | Cortázar, Julio Libro de Manuel (1973) | Mignogna, Eduardo “Información sumaria” (1973) | Cossa , Rozenmacher, Somigliana, Talesnik, El avión negro (1970) | Verbitsky, Horacio Ezeiza (1984) | Valenzuela, Luisa Cola de lagartija (1983) | Martínez, Tomás Eloy La novela de Perón (1985) | Puig, Manuel El beso de la mujer araña (1976) | Fogwill “La larga risa de todos estos años” (1982).

masculino / femenino
Absatz, Cecilia Té con canela (1982) | Almada Roché, Armando Buenos Aires cuándo será el día que me quieras. Conversaciones con Manuel Puig (1992) | Bullrich, Silvina Los salvadores de la patria (1965) | Matamoro, Blas Viaje prohibido (1978) | Constantini, Humberto “Bandeo” (1975) | Goligorsky, Lilian “Antes de nochebuena” (1974) | Urondo, Francisco “Amore mio santo” (1966) | Dal Masetto, Antonio Fuego a discreción (1983) | Medina, Enrique Con el trapo en la boca (1983) | Correas, Carlos “La narración de la historia” (1959) | Dos Santos, Estela “Las decisiones” (1972) | Lynch, Marta La señora Ordoñez (1968) | Sánchez, Néstor Nosotros dos (1967) | Asís, Jorge Flores robadas en los jardines de Quilmes (1980) | Guido, Beatriz Escándalos y soledades (1970) | Sabato, Ernesto Abaddón el exterminador (1974) | Gorostiza, Carlos Cuerpos presentes (1981) | Castillo, Abelardo “Crear una pequeña flor es un trabajo de siglos” (1976).

Vivir su vida 2
Conti, Haroldo Alrededor de la jaula (1966) | Orgambide, Pedro Hotel Familias (1972) | Briante, Miguel “Las hamacas voladoras” (1964) | Lastra, Héctor “En la recova” (1976) | Piglia, Ricardo “Una luz que se iba” (1967) | Heker, Liliana “Los que vieron la zarza” (1966) | Gilio, María Ester “Aquí Ringo Bonavena…, 53 kilos…” (1974) | Ferrando, Jorge Alberto “La puerta 12” (1973) | Conti, Haroldo “Como un león” (1967) | Migré, Alberto Rolando Rivas, taxista (1972) | Di Paola, Jorge “Uso horario” (1974) | Halac, Ricardo El soltero (1977) | Blaistein, Isidoro “Mishiadura en aries” (1971) | Martini Real, Juan Carlos Macoco (1974) | Gambaro, Griselda Madrigal en ciudad (1963) | Sánchez, Néstor El amhor, los orsinis y la muerte (1969) | Marechal, Leopoldo El Banquete de Severo Arcángelo (1966) | Manzur, Jorge “La florista” (1980) | Vázquez, María Esther Borges: imágenes, memorias, diálogos (1973) | Correas, Carlos Los reportajes de Félix Chaneton (1984) | Rabanal, Rodolfo El apartado (1975) | Battista, Vicente “Mañana de Tribunales” (1972) | Jitrik, Noé “El espejo” (1967) | Shúa, A. M. Soy paciente (1980) | Steimberg, Alicia Su espíritu inocente (1981).

La Menesunda
Borges / Bioy Casares “Esse est percipi” (1967) | Ocampo, Silvina “Malva” (1970) | Steimberg, Oscar Cuerpo sin armazón (1970) | Szichman, Mario A las 20:30 la Señora pasó a la inmortalidad (1980) | Lamborghini, Osvaldo Sebregondi se excede (1981) | Romeu, Horacio A bailar esta ranchera (1970) | Perlongher, Néstor “Evita vive” (1975) | Copi La vida es un tango (1979) | Pizarnik, Alejandra “La viuda del ciclista” (1971) | Laiseca, Alberto Los Sorias [1982].

VI
Walsh, Rodolfo “Esa mujer” (1965) | Martelli, Juan Carlos Los tigres de la memoria (1973) | Timerman, Jacobo Preso sin nombre, celda sin número (1982) | Viñas, David Cuerpo a cuerpo (1979) | Bonasso, Miguel Recuerdos de la muerte (1984).

Chinatown
Sastaurain,Juan Manual de perdedores (1983) | Tizziani, Rubén Noche sin lunas ni soles (1975) | Plaza, Ramón Salvar la cabeza (1979) | Fienmann, Juan Pablo Ultimos días de la víctima (1979) | Bioy Casares, Adolfo Diario de la guerra del cerdo (1969) | Martini Real, Juan Carlos Copyright (1982) | Aristarain, Adolfo Tiempo de revancha (1981) | Jamilis, Amalia “Húmedo día de julio”(1967) | Puig, Manuel The Buenos Aires affair (1973) | Martelli, Juan Carlos El cabeza (1977) | Sebrelli, Juan José Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964) | Sinay, Sergio Ni un dólar partido por la mitad (1975) | Martini, Juan El cerco (1977).

VIII [final]
Gusmán, Luis Cuerpo velado (1978) | Gelman, Juan Exilio (1983) | Cohen, Marcelo El país de la dama eléctrica | (1982) | Puig, Manuel Pubis angelical (1979) | Moyano, Daniel Libro de navíos y borrascas (1983) | Piglia, Ricardo Respiración artificial (1980) | Cozarinsky, Edgardo “Viaje sentimental” (1985) | Aira, César La luz argentina (1983) | Saer, Juan José El río sin orillas (1989) | Molloy, Silvia En breve cárcel (1981).